Los Cuatro Jinetes de la Inteligencia Verbal. La guerra, la peste, el hambre y la muerte, son los llamados “Cuatro jinetes del Apocalipsis”. El primero posee un arco, monta en un caballo blanco y está listo para atacar y conquistar; el segundo, con una enorme espada, cabalgando en un caballo de color rojo, se dispone a desencadenar la destrucción; el tercero, monta en un caballo negro, lleva una balanza, y representa la pobreza, el hambre y la destrucción financiera; por último, la muerte, cabalga sobre un escuálido caballo, seguida por el infierno, garantiza la muerte a cualquiera que haya sobrevivido a los anteriores.
“La duda es uno de los nombres de la inteligencia.” — Jorge Luis Borges
Hay quien interpreta este libro con foco en el pasado, como algo que ya ocurrió. Otros lo ven como algo que no ha ocurrido sino que ocurrirá como consecuencia de la injusta conducta humana. Hay para quienes lo que interpretan es la lucha entre el bien y el mal, por último quienes piensan que representa el plan de Dios para la historia.
Pues los jinetes que les traigo no son fatídicos, son Los Jinetes del Verbo, los Jinetes de la Inteligencia Verbal: Escuchar para aprender, Hablar, Leer, y Escribir. Estos jinetes cabalgan para defender y que prevalezca la preciosa Inteligencia Verbal – Lingüística, que es nuestra inteligencia relacionada con la capacidad verbal, con el lenguaje y con las palabras.
A mediados del siglo XX, algunos psicólogos investigadores observaron que existe una relación directa entre la extensión y la riqueza del vocabulario y el triunfo personal y profesional. Señalan que cuanto más amplio y potente es tu vocabulario, más disfrutarás del éxito y la autoconfianza en tu vida.
Las herramientas que les presentamos como Jinetes de la Inteligencia Verbal colaboran a que esta Inteligencia Verbal se desarrolle.
Escuchar para aprender.
La mayoría de las personas sólo recuerda el veinticinco por ciento de lo que escucha. Sabiendo sin embargo que un hablante promedio emite una media de doscientas palabras por minuto, y que en el mismo tiempo un oyente puede procesar cerca de quinientas palabras, un buen oyente utiliza el tiempo extra en activar su pensamiento.
La narración de historias proporciona una opción atractiva tanto para los niños como para los adultos ya que resulta más sencillo recordar información presentada de esta manera. Es de esta forma que se ha transmitido durante mucho tiempo la historia oral de una cultura, incluyendo las expectativas, los temores, los valores y los logros de los pueblos.
Hay diez maneras de incrementar la capacidad de escuchar independientemente del tema del discurso:
- Descubrir áreas de interés.
- Juzgar el contenido y no la forma.
- Controlar los impulsos.
- Prestar atención a las ideas.
- Ser flexible.
- Escuchar en forma activa.
- Resistirse a las distracciones.
- Ejercitar la capacidad intelectual.
- Mantener la mente abierta.
- Capitalizar los hechos, ya que el pensamiento es más rápido que el habla.
Hablar para educar
El desarrollo de las habilidades para la comunicación oral por medio de ejercicios como la narración, los debates en clase, elaboración de informes, la realización de entrevistas; e incluso la memorización que representa la mejor manera para liberar la mente.
Sugerencias para la presentación oral:
- Seleccionar un vocabulario apropiado para el tema y para la audiencia;
- Atraer la atención de la audiencia por medio del contacto visual y el lenguaje corporal;
- Emplear una dicción clara y la sintaxis correcta;
- Evitar las frases largas y entrecortadas;
- Utilizar expresiones concisas y variadas;
- Evitar el empleo de muletillas.
Leer para aprender
Leer resulta esencial ya que la literatura sienta las bases para ejercitar y desarrollar la inteligencia verbal lingüística. Para estimular la lectura:
- Crea en casa un ambiente de lectura;
- Busca libros divertidos, para empezar;
- Conversa sobre los libros que leas;
- Incluye en tus salidas de compras la visita a buenas librerías;
- Comparte con tu familia juegos de mesa que requieran lectura;
Escribir para dejar huella
No es posible separar la escritura de las demás actividades lingüísticas, ya que hablar, escuchar y leer contribuyen a respaldarla.
- La escritura tiene un uso mecánico, el que utilizamos en ejercicios de gramática, traducciones…
- Los usos instrumentales se ven en informes, síntesis, análisis…
- Los usos personales se observan en los diarios íntimos, las cartas…
- Los usos creativos están en los cuentos y los poemas.
Sin duda, lo más difícil en la tarea de escribir es empezar. Algunos autores dicen que antes de empezar a escribir ponen antes todas sus ideas sobre papel tal como salga para organizarlas posteriormente. Otros construyen esquemas sobre los cuales trabajar. También se puede empezar por lo que más nos gusta, como el final. Todo está permitido.
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