La curiosidad posible

La curiosidad posible: Creo firmemente que una persona curiosa tiene muchas más posibilidades de producir ideas creativas, que alguien que no lo es. El Diccionario Larousse nos define curiosidad como “deseo de ver, de conocer”; la persona con deseos de conocer cosas nuevas todo el tiempo tiene mayor chance de hacer conexiones novedosas, en tanto posee más materia prima con la que trabajar.

“Tengo curiosidad por todo. Incluso temas que no me interesan.» – Alex Trebek

No me refiero aquí sólo a la curiosidad que lleva a la persona a profundizar en el dominio de una habilidad, impulsada por el deseo de conocer más sobre la misma; sino también a la curiosidad que mueve a la persona a explorar cosas nuevas, distintas a lo que constituye su día a día.

Una sociedad que quiera fomentar la creatividad, debe entre otras cosas, estimular el espíritu de curiosidad de su gente. Si puede generar un ambiente tal que motive a sus ciudadanos a interesarse por varias cosas a la vez, estará abriéndole paso a eso que conocemos como creatividad.

La casualidad y el azar

La curiosidad, la casualidad y el azar son fuentes de creatividad altamente relacionadas entre sí. Una cantidad importante de innovaciones y descubrimientos a lo largo de la historia de la humanidad son el resultado de procesos fortuitos, inesperados, o en todo caso, no planificados.

Pero si revisamos con más detalle, nos daremos cuenta de que junto a ese proceso azaroso había una mente despierta, capaz de descubrir esa nueva relación que el destino le presentaba.

John Adair, experto en creatividad, dice que “la casualidad sólo favorece a la mente preparada”. La casualidad, en estos casos, no es el único factor interviniente; el estar alerta como para no dejar nada que pudiera tener relación con un objetivo por fuera, y estar dispuesto a sacar una conclusión de cualquier suceso que pudiera ayudar a alcanzar este objetivo, es igualmente necesario.

Accidentes favorables y cosas impredecibles pareciera que tienden a ocurrir a quienes lo merecen. Es necesario entrenarse para desarrollar la sensibilidad y la tenacidad suficiente como para captar un nuevo mensaje y encontrar otros caminos en sucesos inesperados.

De aquí que quien desee ser más creativo debe estar “alerta a todo”. Es posible desarrollar el hábito de sacar conclusiones sobre elementos fortuitos, si nos acostumbramos a hacerlo en cada cosa que ocurra a diario.

¡Haz la prueba! Durante una jornada, busca interpretar las cosas que te suceden durante el día, por insignificantes que parezcan, y deducir algo nuevo sobre las mismas. Mientras más frecuentemente hagamos esto, más estaremos contribuyendo a poner nuestra mente en un estado tal capaz de sacarle provecho a los más extraños incidentes, que pueden ocurrir con mucho más frecuencia de la que creemos, si estamos dispuestos a mirarlos con nuevos ojos.

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